Hablemos de Astrología 4
Todos conocemos las enfermedades psicosomáticas. Quién más quién menos,
si no las vivió, conoce a alguien que somatiza, pero ¿qué es lo que somatiza?
¿De qué estamos hablando?
El somatizar es, en buen romance, pasarle al cuerpo algo que no podemos
asumir con las emociones y con nuestra mente.
Al no darle salida a eso que sentimos, queda dentro de nosotros, pero
por algún lado tiene que manifestarse, pues es la forma que tenemos de
defendernos.
Al igual que los glóbulos blancos, que se movilizan ante algo extraño
que penetra nuestro organismo, cuando algo nos hiere, nos molesta o nos
enfurece, lo que se movilizan son nuestras emociones y nuestros instintos
predisponiéndonos hacia la defensa o hacia el ataque.
Si no damos salida a todo este cúmulo de sensaciones, éstos atacarán o
bien se resumirán igual, pero en un órgano de nuestro cuerpo, dependiendo el
tipo de emoción que estemos sufriendo.
Obviamente, el órgano enferma por acumulación, vale decir que un enojo
no provoca la enfermedad del órgano, pero si no dominamos nuestras reacciones e
intentamos entenderlas para poder canalizarlas adecuadamente, inconscientemente
seguiremos reaccionando ante los mismos estímulos de la misma manera.
“los astros inclinan….”,
a que reaccionemos según las
tensiones que tengamos en nuestra carta natal, “pero no obligan” por tanto si
somos concientes de que hay energías que nos hacen daño
y las canalizamos, estaremos
haciéndonos cargo de ellas y por ende de nuestra vida.
Por ejemplo, las malas reacciones, el enojo permanente ataca el hígado,
la cólera y la envidia atacan los riñones, aquello que nos pasa y no podemos
entender y asimilar adecuadamente, ataca nuestro estómago y es “como comerse a
uno mismo”, el no querer estar por no soportar concientemente lo que nos toca
vivir, ataca los glóbulos rojos y produce anemia, la ignominia, el disgusto
cruel que viene del afuera pero que nos involucra, aquello de que “se me partió
el corazón”, es el ataque cardíaco.
Y así, se correlaciona cada explosión emocional con un órgano. (Se que,
en oriente, la relación emocional con el órgano de choque tiene algunas
diferencias con lo que acabo de exponer)
Todo
esto se correlaciona con un planeta, con un signo, con una posición dentro de la
carta natal y con un aspecto.
En una primera mirada a una carta natal y basándonos únicamente en los
elementos, cuáles son más fuertes y cuáles son más débiles, podemos saber cuales
son las reacciones instintivas de la persona y sus reacciones.
Toda tendencia de debilidad en una zona del cuerpo, se relaciona
entonces con una emoción y por este camino es que podremos minimizar esas
debilidades orgánicas.
Es tarea del Astrólogo, informarnos sobre esas tendencias y sobre las
emociones que debemos canalizar, con el fin de tener una vida más saludable.